La reproducción humana es de tipo sexual, ya que intervienen los dos sexos: masculino y femenino. La fecundación se lleva a cabo dentro del cuerpo de la mujer. El pene del hombre penetra a través de la vagina de la mujer, donde deposita los espermatozoides. Estos se trasladan hacia el útero, donde uno de ellos se unirá al óvulo produciéndose la fecundación. El cigoto comenzará a dividirse hasta formar un conjunto de células mayor llamado mórula. Poco a poco irá adquiriendo forma humana y el embrión recibirá el nombre de feto. Transcurridas 40 semanas de embarazo, el feto estará completamente desarrollado y listo para salir al exterior. En ese momento se produce el parto.
LA HIGIENE EN LOS HOMBRES
1. En el momento del baño o la ducha hay que limpiar la zona con abundante agua, especialmente aquellos que no están circuncidados. Hacer totalmente para atrás la zona del prepucio, se deberá aplicar jabón y enjuagar con agua para evitar que se generen y acumulen secreciones.
Pero no sólo esta zona deberá ser tenida en cuenta, sino que el resto del pene y los testículos también deben ser lavados bien con agua y jabón.
2. Es recomendable utilizar una toalla distinta de la que se utiliza para el cuerpo; para así dejar la zona bien seca, también la ingle.
3. Es importante para el hombre que, tras las relaciones sexuales, lave sus genitales, para no generar microbios. Esta es una buena práctica.
Pero no sólo esta zona deberá ser tenida en cuenta, sino que el resto del pene y los testículos también deben ser lavados bien con agua y jabón.
2. Es recomendable utilizar una toalla distinta de la que se utiliza para el cuerpo; para así dejar la zona bien seca, también la ingle.
3. Es importante para el hombre que, tras las relaciones sexuales, lave sus genitales, para no generar microbios. Esta es una buena práctica.
HIGIENE EN LAS MUJERES
Mantener una correcta limpieza del área externa de la vagina no es sólo una cuestión de comodidad e higiene, sino también de prevención, porque esa zona puede convertirse en el caldo de cultivo para contraer infecciones muy molestas. El sudor, la humedad de tu ropa íntima, nadar en albercas, los pantalones muy ajustados o la poca ventilación de la zona genital son algunos de los factores que más favorecen al desarrollo de las infecciones vaginales. Cuando te expones en exceso o permanentemente a estos factores de riesgo, tu protección natural es insuficiente para el proceso de autodepuración. El flujo vaginal que se genera en tu interior se reduce y no actúa de la mejor manera, dando lugar a enfermedades o irritación.
Tips básicos de limpieza
Mantén tus órganos genitales limpios, siguiendo estos consejos de higiene diarios y en situaciones específicas: